Define tu buyer persona paso a paso

Cuando nace una idea en nuestra cabeza para un nuevo negocio, entramos en una montaña rusa de pensamientos, planes, acciones y a veces es difícil aterrizar todo para ordenarlo y empezar a dar pasos en la dirección correcta. 

Por supuesto, siempre puedes probar sin estrategia previa, e ir ajustando tu proyecto conforme van surgiendo las cosas, pero esto hará que pierdas tiempo y probablemente dinero hasta que des con el camino ideal. 

En este artículo vas a encontrar qué ideas tienes que tener muy claras para poder construir una base fuerte, validar tu producto ante el mercado antes de invertir de más y tener un esquema al que siempre podrás recurrir cuando sientas que has perdido el objetivo de tu proyecto.

¿Qué es lo primero que tengo que definir para crear mi producto o servicio?

Crear un producto o servicio tiene varias partes para tener una mínima garantía de éxito. 

A veces, tenemos muy buenas ideas, pensamos que todo el mundo lo necesita o que se venderá en seguida, pero la sociedad puede que tenga otros planes para nuestra idea. 

Por eso, no debemos olvidar nunca que todo lo que hacemos, lo tenemos que enfocar hacia nuestros clientes.

Aunque digamos «cliente ideal», nuestra relación no tiene que ser de vendedor-cliente estrictamente, también con todo este artículo también nos referimos a nuestro usuario ideal, lectores ideales, alumno ideal o a cualquier público concreto al que te estés dirigiendo. 

Si no tenemos en mente siempre para quién estamos dando vida a nuestra idea y si les será útil, no tendrá sentido. 

¿Y cómo sabemos a quién va a gustarle nuestro producto o servicio de antemano? 

Existen muchas maneras de prever quién va a ser nuestro cliente ideal o buyer persona. Aunque no acertemos al 100% tenemos que establecer uno o varios perfiles preliminares que irán terminando de definirse a medida que vayamos avanzando con el proyecto.

¿Qué es el cliente ideal?

El cliente ideal o buyer persona es el perfil que vamos a imaginar que será el de nuestro futuro comprador, usuario, etc. 

Este perfil incluye imaginar todo, ponerle nombre, género, aficiones, trabajo, estudios, qué hace en su tiempo libre, etc. Cuanto más lo definas y más real lo sientas, más fácil será luego llegar a él o ella. 

Por otro lado, no vamos solo a estudiar su perfil físico o lo que podamos intuir desde fuera, también vamos a tener en cuenta sus emociones, qué piensa y siente con respecto a tu producto o al problema que solucionas, que escucha en su entorno, etc. Esta parte emocional se trabaja con un formato que se llama “mapa de empatía”. 

¿Qué es el mapa de empatía?

El mapa de empatía consiste en analizar aspectos relacionados a los sentimientos del ser humano y con tu producto o servicio.

Esta tarea no es sencilla, ya que es un ejercicio que implica ponerse en el lugar de otra persona para valorar y juzgar tu propio producto o servicio. Lo bueno es que los resultados son muy reveladores y te ayudarán a detectar los puntos fuertes y débiles de tu proyecto.

No obstante, como decíamos al principio, el cliente ideal no siempre es el mismo, al igual que las personas cambian, que tu proyecto esté dirigido a unas personas u otras va a depender de factores externos que no siempre vamos a poder controlar.

Estos factores pueden influir directamente a la persona de manera individual o puede ser un cambio generalizado de necesidades, objetivos, momento social, etc.

Sin embargo, estos cambios responden a escenarios más o menos predecibles en el mercado. Esto implica que podemos tenerlos analizados para definir nuestras estrategias A, B, C o las que hagan falta y estar preparados para responder ante las distintas situaciones. 

¿Cómo encuentro mi buyer persona?

Existen muchos métodos para definir el cliente ideal o el buyer persona y así saber dónde encontrarla.

Vamos a ver uno de nuestros favoritos paso a paso para que puedas aplicarlo a tu proyecto desde hoy mismo.

Ten en cuenta que es un proceso que necesita meditación y estudio previo. Estos son los cimientos de tu proyecto, sobre donde vas a construir tu estrategia de ventas y el motor que te hará funcionar.

No tengas prisa, revísalo periódicamente para asegurarte que no ha cambiado y ve ajustándolo y completándolo a medida que vas teniendo opiniones de tus clientes.

¡Empezamos!

Define tu cliente ideal paso a paso 

  1. Crea tu metodología: Coge papel y lápiz o abre un archivo para escribir en el ordenador. Igual no te parece importante, pero tener guardados estos pasos para revisarlos en el futuro te será de gran ayuda. 
  2. Descríbelo físicamente: Describe físicamente una persona real, de tu entorno, aunque no sea cercano que creas que puede ser tu cliente.
  3. ¿Cómo es su vida?: Con esa persona en la mente, escribe en qué trabaja, cuáles son sus aficiones, a qué dedica su tiempo, si tiene redes sociales, qué suele comprar y dónde y todo lo que sepas de su comportamiento y estilo de vida.
  4. ¿Cómo le gustaría ser?: Ahora piensa en esa persona y ve un paso más allá, según lo que has averiguado ¿qué sueños tiene por cumplir? ¿hacia dónde dirige su vida, sus cambios de rutina? Intenta averiguar cuales son sus deseos y necesidades.
  5. Enfrenta el perfil a tu producto: Para terminar, repasa todos los datos que has recogido de esa persona tipo y ponlo frente a tu producto o servicio ¿Qué crees que te preguntaría? ¿Podría permitírselo? ¿Lo conoce? ¿Dónde y cómo lo buscaría?

Haciendo este ejercicio tendrás un buen punto de partida sobre quién es tu cliente ideal y dónde puedes encontrarlo para hacer que tu producto o servicio le llegue. 

Si tienes alguna duda o quieres que te ayudemos a definir cuál es tu cliente ideal hayas o no empezado aún con tu proyecto vente a una consultoría estratégica con nosotros y trabajaremos juntos en lo que necesites.

Cualquier otra cosa, te leemos en comentarios.

¡Seguimos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Necesitas más información?